Esta vez escribiré solo una cuanta línea para dar paso a los expertos. Es un documento que por primera vez detecto y me parece esencial promover. Solo he traducido lo que los autores y colaboradores consideran los mensajes claves. Sin duda, un documento esencial para todos los asociados al Mar, es decir, todos. Y me refiero a TODOS los que habitamos este maravilloso (y además prestado) planeta. Porque al final, debemos dejarlo funcionando para los siguientes.
Agradezco a mi estimado amigo Daniel Aguilar que en una Salida ¡A marea! tuvo a bien compartir.
Puedes hacer click en el enlace para ir directo al reporte oficial: https://www.ioc.unesco.org/en/stor2024
Igualmente, a continuación comparto los mensajes claves:
El Informe sobre el Estado de los Océanos (STOR, por sus siglas en inglés) tiene la ambición de informar a los responsables políticos sobre el estado de los océanos y estimular la investigación y las acciones políticas para «el océano que necesitamos para el futuro que queremos», contribuyendo a la Agenda 2030 y, en particular, al (objetivo del desarrollo sustentable) ODS 14, que dice «Conservar y utilizar de manera sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos». Así como otros procesos globales como la CMNUCC, el Convenio sobre la Diversidad Biológica y el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres.
Estructurado en torno a los siete resultados del Decenio de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible, el Informe proporciona información importante sobre los logros del Decenio de las Naciones Unidas para los Océanos y, a largo plazo, sobre el bienestar de los océanos. El STOR se utilizará para fundamentar las prioridades políticas y administrativas e identificar las áreas de interés de la investigación que deben fortalecerse o desarrollarse.
Más de 100 autores de 28 países contribuyeron al Informe. En las diferentes secciones se ofrece información sobre las actividades científicas relacionadas con los océanos y se analiza el estado actual y futuro de los océanos, abordando aspectos físicos, químicos, ecológicos, socioeconómicos y de gobernanza.
Un océano limpio en el que se identifiquen y reduzcan o eliminen las fuentes de contaminación.
Las mediciones continuas muestran que la eutrofización (exceso de nutrientes en el océano) persiste y sigue aumentando. Es necesario cuantificar mejor las fuentes dominantes de nitrógeno (N) y fósforo (P) en todos los grandes ecosistemas marinos a fin de elaborar estrategias y políticas para su reducción.
Desde la década de 1990, la cantidad de plásticos en el océano ha aumentado significativamente y tiende a seguir aumentando a un ritmo cada vez mayor, lo que provocará impactos que van más allá del espacio operativo seguro para la humanidad. Se necesitan urgentemente mecanismos mundiales para rastrear el alcance y la distribución de la contaminación por nutrientes y plásticos en nuestros océanos para apoyar las estrategias de mitigación y adaptación.
Un océano sano y resiliente en el que se comprendan, protejan, restauren y gestionen los ecosistemas marinos.
El océano sigue actuando como sumidero de carbono, absorbiendo grandes cantidades de carbono, que se prevé que aumenten la acidificación de los océanos en más del 100% para finales de siglo. Sin embargo, la adaptación y la mitigación requerirán medidas nacionales y subnacionales, que sólo podrán llevarse a cabo una vez que se comprendan las variaciones locales y regionales de la acidificación de los océanos y sus efectos.
Al mismo tiempo, el calentamiento de los océanos desde la superficie hasta el abismo está ocurriendo a un ritmo sin precedentes y el ritmo se está acelerando. Las principales y bien conocidas consecuencias incluyen el aumento del nivel del mar, las alteraciones en las corrientes oceánicas y los cambios drásticos en los ecosistemas marinos.
Y como si eso no fuera suficiente para perturbar la prestación de servicios oceánicos, el contenido de oxígeno oceánico está disminuyendo, lo que resulta en un empeoramiento de la hipoxia y áreas más grandes con poco oxígeno. Se necesitarán nuevas investigaciones para estimar el cambio de tasa y predecir las consecuencias.
Las Áreas Marinas Protegidas proporcionan refugio a la vida marina contra estos factores estresantes. Se informa que más del 70% de las especies en peligro de extinción buscan refugio en Áreas Marinas Protegidas. Estos puntos críticos de biodiversidad marina son cruciales para apoyar tanto la seguridad alimentaria como la salud general de nuestros océanos ahora y en el futuro.
Otro refugio contra un océano más cálido y ácido, que contiene menos oxígeno, son los ecosistemas costeros de carbono azul (manglares, pastos marinos y marismas de marea). Siguen siendo un importante almacén de carbono; Sin embargo, la protección no está garantizada y desde 1970 se han perdido entre el 20 y el 35%.
La ordenación del espacio marino es un importante mecanismo de política para ayudar a reducir las presiones sobre los ecosistemas marinos. A partir de 2023, 126 países y territorios (un aumento del 20% desde 2022) han aplicado políticas basadas en áreas para gestionar de manera sostenible las actividades en el océano. La continuación de esta tendencia positiva será una contribución importante a la acción en el marco del ODS 14
Un océano productivo que apoye el suministro sostenible de alimentos y una economía oceánica sostenible.
El mundo verá 2.000 millones de personas más en los próximos 25 años, lo que añadirá presión a los suministros de alimentos ya afectados en la tierra y en el océano. Los alimentos acuáticos son una fuente importante de alimentos, con 182 millones de toneladas de animales acuáticos y otros 36 millones de toneladas de algas utilizadas para la producción de alimentos y como alimentos. La producción pesquera y acuícola sigue creciendo, alcanzando un récord de 218 millones de toneladas en 2021. Una apreciación y comprensión más profundas del papel que pueden desempeñar los alimentos acuáticos es esencial para aprovechar su capacidad única para abordar los desafíos nutricionales, sociales y ambientales del sistema alimentario en el futuro.
Un océano pronosticado en el que la sociedad comprenda y pueda responder a las condiciones cambiantes de los océanos.
Después de cuatro décadas de inversión, los sistemas de predicción oceánica operacionales a nivel mundial, regional y costero han madurado, proporcionando pronósticos precisos a diversos usuarios. Sin embargo, persiste una importante desigualdad entre la capacidad de predicción en el hemisferio norte y el hemisferio sur. No hay duda de que el nivel del mar está subiendo y que esto se acelerará en el futuro. El derretimiento de las masas de hielo de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida Occidental y el mayor calentamiento de los océanos están contribuyendo a la expansión de las aguas marinas. Incluso hoy en día, el océano contiene 40 veces más carbono que la atmósfera. Los escenarios climáticos futuros están considerando el potencial de las técnicas de eliminación de dióxido de carbono marino para aumentar esta población. Se han propuesto una variedad de técnicas, pero el despliegue a gran escala no se puede implementar sin una mayor comprensión de cómo estos nuevos enfoques interactuarán con el ciclo del carbono oceánico.
Un océano seguro donde la vida y los medios de subsistencia estén protegidos de los peligros relacionados con los océanos.
Los tsunamis son una gran amenaza para la vida humana, y se espera que se intensifiquen con el cambio climático y el aumento del nivel del mar. Pueden causar grandes daños a la infraestructura crítica y a los hogares, perturbar las economías y los medios de subsistencia, y provocar la pérdida de vidas, especialmente con el crecimiento actual de la población costera y el turismo en todo el mundo. Casi el 90% de los tsunamis han sido generados por grandes terremotos o deslizamientos de tierra provocados por terremotos. Gracias a los considerables esfuerzos realizados hasta ahora, 150 países y territorios han contribuido activamente a los esfuerzos mundiales de los países y territorios en materia de resiliencia ante los peligros de los tsunamis. A pesar de estos avances, los tsunamis procedentes de fuentes no sísmicas siguen siendo un reto clave que hay que afrontar.
Del mismo modo, las floraciones de algas nocivas siguen afectando a los ecosistemas oceánicos a un ritmo cada vez mayor en medio de la creciente demanda de productos del mar y el desarrollo costero. Entre las aproximadamente 10.000 especies de fitoplancton marino que existen actualmente en los océanos del mundo, unos 200 taxones producen toxinas. A pesar de este riesgo para la seguridad alimentaria, la identificación de los impulsores y las causas sigue siendo un reto, ya que falta una síntesis mundial.
Un océano accesible con acceso abierto y equitativo a los datos, la información, la tecnología y la innovación.
Las observaciones de las características físicas, químicas y biológicas del océano son la base del desarrollo sostenible. Hasta la fecha, el Sistema Mundial de Observación de los Océanos comprende 8.000 plataformas de observación, operadas por 84 países a través de 300 programas, que realizan más de 120.000 observaciones diarias. Sin embargo, es necesario cerrar las lagunas de observación espacial y temporal para proporcionar la información necesaria para la acción
Por ejemplo, de las 120.000 observaciones diarias, a muchas les falta la información auxiliar necesaria para definir la calidad y la idoneidad, lo que hace que entre el 10 y el 15% de estos datos no se utilicen. Se requieren esfuerzos de cooperación para alinear la presentación de informes y el acceso a los datos para aumentar el uso. Un requisito previo para garantizar el intercambio equitativo de datos e información a nivel mundial es el acceso libre y abierto. Los esfuerzos realizados en todo el mundo, coordinados por el IODE, han permitido establecer una red mundial de 101 centros de datos en 68 países que cooperan para mejorar el acceso a los datos y la interoperabilidad. Una mayor expansión de esta red seguirá apoyando una mayor accesibilidad y facilidad de uso de la información como parte de las medidas adoptadas en el marco del ODS 14. Además, se requiere un mayor esfuerzo global para aumentar nuestro conocimiento del fondo marino, ya que más del 75% del fondo oceánico sigue sin cartografiar. Sin embargo, las nuevas tecnologías y las asociaciones tienen como objetivo cerrar esta brecha. Desde 2022, 5,4 millones de km2 de nuevos datos, lo que equivale a una superficie dos veces de Argentina
Un océano inspirador y atractivo en el que la sociedad comprenda y valore el océano en relación con el bienestar humano y el desarrollo sostenible.
La alfabetización oceánica, un esfuerzo por aumentar el conocimiento y la comprensión del papel fundamental del océano para el bienestar humano y el desarrollo sostenible, es un emocionante movimiento mundial que implica los esfuerzos de cientos de partes interesadas en 2023. Las actividades futuras tendrán como objetivo aumentar la participación del hemisferio sur, ya que más del 70% de los esfuerzos de alfabetización oceánica se llevan a cabo en el hemisferio norte. La importancia de los océanos para salvaguardar vidas ahora y en el futuro ya no es un tema que abordan únicamente los científicos oceánicos. Los asociados no académicos participan cada vez más en las ciencias y la observación de los océanos. La ambición es equipar la flota mundial, incluidos los buques portacontenedores, pesqueros y de recreo, con sensores oceánicos para aumentar exponencialmente las observaciones oceánicas
Es importante recordar que los pueblos indígenas han estado observando, utilizando y conservando el océano y sus recursos durante cientos de años. Estos incluyen pueblos que viven en diferentes latitudes, desde el Ártico hasta los trópicos. Sus conocimientos sobre el mantenimiento del intrincado equilibrio entre la naturaleza y la humanidad siguen siendo un recurso importante al que pueden recurrir los investigadores y los responsables políticos. Se requiere un mayor esfuerzo para involucrar mejor a los pueblos indígenas en la política marina y la planificación para la transición hacia «el océano que necesitamos para el futuro que queremos”.
IOC-UNESCO. 2024. State of the Ocean
Report. Paris, IOC-UNESCO. (IOC Technical Series, 190)
https://doi.org/10.25607/4wbg-d349