Colaboración por: Mauricio Moreno Alva

La maricultura, una rama de la acuicultura dedicada al cultivo de organismos marinos en el mar o en cuerpos de agua salada, ha demostrado ser una alternativa sustentable y económicamente viable para satisfacer la creciente demanda de productos del mar. Según la última publicación de «El Estado Mundial de la Pesca y Acuicultura 2024» de la FAO, por primera vez, la producción de especies animales procedentes de la acuicultura (51 %) superó a la de la pesca de captura, y continúa con un aumento moderado pero sostenido.

En México, país con vastos recursos marinos y una extensa costa, la maricultura representa una oportunidad significativa para diversificar la economía, generar empleos y contribuir a la seguridad alimentaria.

Situación Actual de la Maricultura de peces en México

La maricultura en México, aunque prometedora, aún está en una etapa incipiente con solo cuatro proyectos operando de forma comercial en todo el país. Todos estos proyectos se encuentran en la península de Baja California y Baja California Sur. A continuación, se detallan las especies y se evalúan en el contexto de su sostenibilidad y viabilidad para su expansión nacional.

Atún aleta azul (Thunnus orientalis).

Este proyecto se dedica al «Ranching», es decir, la captura de atunes silvestres que luego son engordados en jaulas oceánicas. Aunque es una empresa exitosa en términos de técnicas de maricultura, no se puede considerar una práctica sustentable para este análisis debido a su dependencia de la extracción de organismos del medio natural. La maricultura sustentable requiere un ciclo cerrado de cultivo para evitar la sobreexplotación de las poblaciones silvestres.

Lobina rayada (Morone saxatilis).

Un ejemplo de maricultura sustentable ya que se basa en un ciclo cerrado de cultivo. Sin embargo, la especie no es endémica de México, lo cual limita su potencial para ser considerada en un plan de maricultura nacional. Su operación podría ser replicada solo en áreas donde ya está autorizada.

Robalo (Centropomus viridis)

Aunque el cultivo de robalo es una práctica nueva en México, esta especie es considerada un recurso valioso para la maricultura nacional. Hasta el momento, no hay experiencias significativas en el cultivo de este pez en jaulas oceánicas. Sin embargo, en la zona costera de Sinaloa el robalo ha mostrado muy buenos resultados en la conversión de granjas de camarones obsoletas (afectadas con patógenos importantes que merman el cultivo tradicional de camarón) mediante el desarrollo de sistemas IPRS (In-Pond Raceway Systems). 

Estos sistemas podrían ser implementados en zonas estuarinas, lo que ofrece una alternativa viable para la maricultura fuera del mar abierto. Una de las características principales de esta especie es su alta tolerancia a los cambios de salinidad tanto en ambientes hiposalinos e hipersalinos.

Huachinango (Lutjanus peru).

El cultivo de huachinango es una opción viable, ya que es una especie que se encuentra en todo el territorio nacional, aunque con algunas variaciones regionales. Las técnicas de cultivo de la familia Lutjanidae son similares, lo que facilita su adopción en diferentes regiones del país.

Totoaba (Totoaba macdonaldi)

La totoaba fue una especie en peligro de extinción. Existen estudios que muestran que esta etapa ya fue superada, sin embargo la regulación sobre la especie aún sigue siendo restrictiva. No se considera para un plan nacional de maricultura, en tanto no se modifique la normatividad vigente. 

Es un caso que debería revisarse a detalle, ya que habiendo alcanzado cerrar el ciclo a partir de investigaciones por más de 25 años e inversiones significativas, no se promueve su desarrollo. Cada acción para llegar al mercado enfrenta un nivel de gestión complejo. 

Jurel (Seriola rivoliana). Cultivo de pez fuerte

Este proyecto cultiva especies del género Seriola, las cuales son excelentes prospectos para una maricultura nacional debido a su alto valor nutricional y económico. Las especies Seriola rivoliana y S. lalandi se encuentran en todo el territorio nacional, y la elección entre una u otra puede depender de la localización geográfica y la temperatura del mar.

Y por que “ Maricultura”; y porque NO.

Todas las especies anteriores ya están en cultivo comercial en México. Incluso la Totoaba que ha sido todo un reto, por las malentendidas restricciones de conservación.

La maricultura ofrece múltiples beneficios que pueden contribuir significativamente al desarrollo económico, ambiental y social de México. Con una población creciendo, y los sistemas tradicionales de producción de alimentos comprometidos por factores limitantes como el agua dulce, la maricultura es una opción con beneficios significativos, por lo que es tiempo de emprender y promover. A continuación, se detallan los principales beneficios:

Sociales

Seguridad Alimentaria: La maricultura puede contribuir significativamente a la seguridad alimentaria al aumentar la disponibilidad de proteínas de alto valor nutricional. Los productos marinos cultivados son una fuente importante de alimentos saludables y accesibles para la población mexicana. Especies como el jurel, el huachinango y el robalo son ricas en ácidos grasos omega-3, vitaminas y minerales, ofreciendo beneficios significativos para la salud.

Tecnología e inversión

El desarrollo de la tecnología, implica desde cómo capturar y trasladar a partir de una población silvestre, organismos que serán reproductores, enfrentando solucionar temas de nutrición, que significa, tipo y calidad de alimentos hasta su consumo y asimilación; densidad para reproducción, debe haber condiciones de bajo estrés para ello,  proporción de machos y hembras, condiciones de luz, temperatura, salinidad, oxígeno, pH, solo por mencionar algunos, seguido de la misma historia para el manejo de huevos hasta alcanzar juveniles, y de ahí a las jaulas, otro reto. 

En ello solo materiales y equipos especializados. Y recursos humanos otro reto. En ello van recursos y más recursos que de forma directa o indirecta se incorporan a la economía. 

Polos de desarrollo

Este tipo de actividades generan polos de desarrollo debido a lo especializado de cada etapa, promoviendo empleos bien remunerados, formales y todo el año, ya que siempre hay que hacer. Desde los laboratorios, donde participa personal de mantenimiento, administrativos, técnicos, seguridad, pero previo a ello instalaciones en tierra y mar, con todo lo que implica, barcos marineros, buzos, personal de soporte, logística, traslados, un sinfín de empleos locales. Y por supuesto los indirectos, ya que hay que dar soporte a todos los anteriores. 

La experiencia muestra que se alcanzan incluso avances en educación y formación, creando carreras técnicas para dar apoyo a este tipo de industrias. De ahí que no se falta a la verdad cuando se señala que se promueven nuevos  a polos de desarrollo, generando economía y arraigo local.

Ambientales

Reducción de la presión sobre poblaciones silvestres: La maricultura bien gestionada puede reducir la presión sobre las poblaciones de peces silvestres, contribuyendo a la conservación de los ecosistemas marinos. 

El cultivo en ciclo cerrado evita la sobreexplotación de recursos naturales y promueve prácticas sostenibles. Puede contribuir a la restauración de ecosistemas marinos degradados. Por ejemplo, el cultivo de moluscos filtradores puede mejorar la calidad del agua y fomentar la biodiversidad local.

En cuanto a la maricultura en jaulas en sitios donde existe muy baja biomasa de peces endémicos por alta actividad antropogénica se promueven ecosistemas de vida alrededor de los viveros y jaulas oceánicas, algo parecido a Islas de vida. Se establecen nuevas comunidades debido a los nuevos sustratos.

Diversificación y mercados

México, con su proximidad a mercados internacionales como Estados Unidos, pero además con tradición en mercados como Asia y Europa, tiene una posición estratégica que puede facilitar la exportación de productos marinos. La producción de especies de alto valor puede abrir nuevas oportunidades generando divisas al país.

México cuenta con una posición geográfica privilegiada, costas asociadas al Pacifico y al Atlántico, el mar de Cortés y el Golfo de México; y un amplio rango de temperaturas de agua. 

Esto permite el cultivo de una gran variedad de especies marinas, adaptándose a las condiciones locales y aumentando la resiliencia de la industria ante cambios ambientales, y todo ello inmediato a uno de los mercados de alto consumo y poder adquisitivo, como es el de EUA. Con tradición y aprecio al consumo de productos del mar. 

¿Cuándo empezamos con el Plan nacional? 

Ya estamos listos…Propongo empezar con desregular acciones para los cultivos como el de Jurel  y pargos, no dejando de lado avanzar en las demás especies, y por qué no nuevas investigaciones a partir de la experiencia adquirida.