Se escucha ya la iniciativa de fusionar el Instituto Nacional de Pesca (INAPESCA) y la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA) donde INAPESCA dejaría de ser descentralizado[1].  

El INAPESCA parece haber cruzado una raya muy fina y decidió subirse a la arena política. Donde no es su campo, donde los criterios son otros. Donde insisto, es una línea delgada. ¿Sería ésta la causa de la propuesta de fusión?  

Seguro hay diferentes puntos de vista. Desde el punto de vista económico, vamos a quitar a un titular nacional, que no es menor. Quizás eliminemos el aparato administrativo y el jurídico. ーYa sabe, “con uno es suficiente”. ¿Y qué más? ¿Algunas oficinas? Orgánicamente parece razonable. Pero ¿Y qué pasa con las funciones y la razón de ser del INAPESCA?

Suponiendo que la fusión sea tema de presupuesto, se podrían concentrar acciones en las pesquerías y cultivos donde México ha alcanzado reconocimiento por su buen manejo. No deberíamos perder lo avanzado, debería continuar. Hay una confianza internacional alcanzada, que no es menor y vaya que ha costado trabajo ganarla.  

¿En qué se debería concentrar INAPESCA? ¿Debería tomar las principales pesquerías? ¿Solo concentrarse en las primeras 10? ¿Bajo un criterio combinando volumen y valor? ¿Solo en nuevas especies potenciales de aprovechamiento? . Será que ya es tiempo de permitir la participación de otros centros de investigación? 

Hablemos de qué le toca a cada quién

El responsable de la acuacultura y pesca en México, de acuerdo a la Ley[2] es la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca  (CONAPESCA). 

El responsable de las investigaciones en el tema, es el Instituto Nacional de Pesca (INAPESCA), ambos parte de Secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER).

INAPESCA se convirtió en el referente científico de gobierno en México. Sus equipos de trabajo, con disciplina y esmero, generaron con base en información sólida, conocimiento sobre temas de pesca y acuacultura para el país. Continúan haciéndolo ya casi por 60 años;  alcanzando incluso reconocimiento internacional.  

La  CONAPESCA, hace uso de la información proporcionada por INAPESCA. Ya que la Ley así lo mandata. Dicha información, vinculante, genera los instrumentos para la política pública como: permiso de pesca, permiso de fomento, épocas de veda y especies reservadas. Incluyendo también refugios pesqueros y otras tantas ocurrencias que van demandando los usuarios. ¡Que de pronto hasta se hacen Ley!

¿Por qué se generaron estas estructuras de gobierno?

El INAPESCA se creó en 1962 a razón de poder disponer de un ente oficial que diera respaldo y soporte científico en la toma de decisiones. Decisiones realmente importantes cuando se trataba de administrar recursos finitos. Es decir, recursos que de no ser manejados de forma sustentable, pasan a ser no competitivos. Y en casos extremos, pueden agotarse. 

Cabe recordar, que tan compleja puede ser la evaluación de los productos de la pesca, considerando: migraciones, tallas, temporalidad, alta interacción con otras especies, solo por mencionar algunas variables. Y todo ello, ¡bajo el agua!

INAPESCA debería poder responder preguntas como: qué especies capturar, volumen disponible, tallas, periodos de veda, artes de pesca y nuevas tecnologías.

Así mismo se incluyó entre las funciones del INAPESCA el tema acuícola nacional. Sumándose a las preguntas por responder: qué especies se deben producir, tecnologías de cultivo, capacitación, y centros de  producción de crías para  fomento. Además de repoblamiento de embalses, mejoramiento genético y todo lo que pueda usted pensar que requiera nuevo conocimiento. 

Aún con limitaciones de recursos humanos y  presupuesto, que por lo regular son el día a día; el INAPESCA generó la información y lo hace hasta la fecha.  

Aprovechando la información generada a partir de las investigaciones, CONAPESCA incorporó programas de ordenamiento pesquero, organización y fomento, entre otros. También subsidios maravillosos de esos llamados a fondo perdido, y/o incentivos a la producción con programas tan relevantes como motores, de infraestructura, diesel marino, entre otros. 

Es así como se aplicaron cientos y cientos de miles de pesos de presupuesto de acuerdo a las reglas de operación. Con impactos que a veces son realmente difíciles de defender cuando vemos que la actividad no parece haber generado riqueza más allá de a unos cuantos.  Entonces, ¿Dónde nos perdimos? ¿Qué pasó?  Se supone que había una planeación y respaldo a las acciones, generado por la investigación. ¿Acaso la ciencia no acertó? ¿Fue que hicimos caso omiso a su importancia?

Hay casos de éxito 

Dejemos claro, en las pesquerías donde se cumplieron los lineamientos y recomendaciones apoyado con estudios técnicos, se tuvo y aún se tiene éxito. Cabe aclarar, entendiendo por éxito, no siempre alta producción. Si no, una predicción razonable de esta. Con base en los muestreos y modelos de poblaciones. Otros  ejemplos de pesquerías que tiene soporte en investigaciones tenemos: langosta, abulón, tunidos, camarones y almejas. 

Solo como ejemplo, la industria de Pelágicos menores (de forma genérica “Sardinas”)  recibió recientemente un reconocimiento en Nueva York por parte de Marine Stewardship Council (MSC), empresa certificadora por el buen manejo de la pesquería en México,  (11 de mayo 2022). 

Curiosamente, las pesquerías que se han acompañado de investigaciones,  han alcanzado certificaciones y/o reconocimientos de organismos internacionales. Las actividades y libertad del INAPESCA sobre la generación de información con criterios científicos debería seguir. 

Fotografía por Marília Castelli

Sin embargo, vayamos a la playa

Existe pesca denominada ilegal, sea ésta sin permiso o con artes de pesca no autorizadas. Por tanto no se puede tener idea alguna sobre los volúmenes a  capturar o capturados. Donde los permisos son letra muerta, es decir usted pesca con permiso o sin permiso, con el arte autorizado o con el que usted decida. En la temporada señalada o en la que usted considere. 

Son comunes cobros de los particulares por facturación, (legalizando el producto) captura en épocas de veda; con todas las repercusiones que conlleva evitar el reclutamiento de las poblaciones. Entonces, para estos casos, que son los más importantes, ¿Qué podemos esperar de los resultados? ¿Dónde queda la investigación? ¿Cómo es que da valor?

Si no son tomados los criterios técnicos producto de la investigación en el aprovechamiento de las pesquerías, ¿cuál es la razón del INAPESCA? 

Su existencia como  razón de Estado,  como parte importante  en la  administración de los recursos parece no cumplirse del todo. Puede ser presupuesto, voluntad, conocimiento, agendas ocultas, corrupción, o todo junto. Al final se tienen escasos controles para evitar las malas prácticas. 

En los hechos ya se ha priorizado la extracción sobre  la administración sustentable del recurso. La costa ha tomado vida propia. Se pesca porque se pesca; se pesca porque se puede. Independiente de las pautas de la autoridad, sea administrativa o de investigación. 

Parecen ser otras las fuerzas que mueven este sector. Día a día una gobernanza paralela en la zona de playa donde la investigación no es tomada en cuenta.

El impacto de la decisión

La nueva estructura de INAPESCA y CONAPESCA no se da aún. La fusión puede no ser una  mala  idea. Todo dependerá de la implementación. Es posible que existan pequeños ahorros, trámites ágiles, mayor comunicación y mejor integración.  ¿Cambios en el sector? No esperaría ninguno. Insisto, se rumora de una gobernanza paralela donde la investigación ya poco tiene que ver.


[1] Personalidad jurídica y patrimonio propio.
[2] Ley de pesca y acuacultura sustentable

Un comentario en «Fusión de INAPESCA y CONAPESCA: ¿Un nuevo modelo de administración? »

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