Vaya día: 7 de diciembre de 2022, 10:30 AM

La acuacultura en México, es una actividad sobre la cual aún hay mucho por hacer. El potencial está, sin embargo, los gobiernos han quedado a deber. Ese día, ahí estábamos, en un Salón del Palacio Nacional, y en breve nos recibiría el presidente de la República Mexicana; Lic. Andrés Manuel López Obrador (2018-2024). El tema tenía que ver con el tratado de libre comercio entre México y Ecuador próximo a firmarse.

En 2019, fue la primera sesión del sector pesca de camarón con la Secretaría de Economía en México. Se nos informó del interés de México y Ecuador en establecer un tratado bilateral. La sesión fue difícil desde el principio; quienes asistimos en representación del sector acuícola manifestamos: 

– “Ecuador lo que quiere es vender camarón a México, y después todo lo demás…no somos pesca, representamos a los productores acuícolas, que si bien ambos trabajamos con  camarón, uno corresponde a procesos de  captura y el otro a procesos de producción”.
“Si… es lo mismo”. Así lo decían los funcionarios de Economía, y aclaramos de nuevo que no; no, era  lo mismo. Y seguimos, sería un proceso rápido, de 5-6 meses. Donde es importante que el sector pesca de camarón esté incluido, otra vez. 

Participamos y en ocasiones parecía que estábamos molestos, porque efectivamente, así era. ¿Pero cómo no estarlo? Si las asimetrías entre los sectores de producción de camarón en  México y Ecuador eran grandes, y la autoridad no parecía escuchar. Su meta era el tratado y este tipo de desencuentros, era claro, que ya  los conocían bien.  

En producción, Ecuador: 650 mil toneladas de camarón,  y nosotros: 150 mil toneladas. El valor de su combustible era de 8 pesos/lt, el nuestro de 20. Las economías de escala por los volúmenes de producción eran palpables. Además por la ubicación de Ecuador, trabajan todo el año, mientras que en México los periodos de cultivo son menores. Adicional a ello, todos los subsidios ocultos que siempre hay en los países para apoyar sus proyectos estratégicos, y para Ecuador, camarón es uno de ellos. 

Se refiere como el principal producto no petrolero para su economía, ¿y en México? Si acaso se piensa para un buen “cóctel de camarón” y aún, hay quien cree que el camarón de mar tiene notablemente un mejor sabor que el de cultivo. De los números en las macroeconomías de los países no tenía ni caso revisar. Camarón en Latinoamérica es Ecuador, ¿y en el mundo? también.   

Además por si algo faltara, en la reunión los funcionarios de Economía señalaban: “Es un tema país;  hoy los estamos consultando, antes esto ya estaría resuelto. Es  un tratado entre México y Ecuador, y se hará lo que más convenga al país” 

¿Les parece que nos estaban ignorando? Si, a nosotros también… 

Nada fácil para un Tratado que ya de por sí, empezó con diferencias importantes entre productores y Gobierno antes de salir a negociar. Cómo sería ya cuando estuvieran las contrapartes del otro país.

En el inter y por si algo faltara, se dió el cambio de titular en la Comisión nacional de acuacultura y pesca (CONAPESCA), oficina entre otras tantas funciones, responsable del ordenamiento, organización e impulso para ambos sectores en el país.  El nuevo titular sería el Maestro Octavio Almada Palafox. Estudió el tema sobre el tratado y sus impactos, y concluye, que por el momento, esto no debía ser. 

El impacto sería económico y más aún, estructural afectando las zonas donde se llevan a cabo, la acuicultura y la pesca de camarón; en lo que se refiere a empleos, economía, desarrollo regional, y en general en el bienestar de todas la familias ligadas al sector de forma directa o indirecta; por tanto el “plan A” sería:
La exclusión del camarón en el tratado, reconociéndose como producto sensible y el “plan B” sería que el plan A, debía sustentar la propuesta de exclusión. 

Así continuamos  hasta que en 2022, de pronto, había que ir a Quito, Ecuador ya con el propósito de cerrar el tratado. Llegábamos a Quito a lo que se nos dijo sería la reunión de cierre, ¿pero en qué momento habíamos dicho “sí”?,  ¿En qué estábamos de acuerdo? ¿No habíamos sido claros?

Pero no solo era camarón, por si algo faltara, venía acompañado de Atún y su anexo y 44 fracciones arancelarias ya establecidas de forma  anterior que también se estaban negociando.

Y ahí estábamos los camaroneros solicitando la exclusión por ser “Producto Sensible” y debía con base en ello ser considerado “un irreductible” (ya empezábamos a conocer los términos). 

Dejando de lado el escritorio, el Comisionado Almada, se sumó a la defensa, después de todo, era el representante del Sector en México y se trataba del área que le habían encomendado tutelar. 

Si bien no había sido invitado por Economía, al cierre del tratado, decide acompañar al sector a las sesiones en Ecuador. “Era un tema del más alto nivel y siendo el representante del sector por parte del Gobierno, me correspondía estar ahí” –comentó. Así lo consideró Octavio Almada, el Comisionado. Ojalá muchos funcionarios pensaran como él, el país seguro funcionaria diferente. En fin, ahora había otro aliado. 

Ecuador fue ríspido, difícil. Era México contra Ecuador, bueno más bien era Ecuador contra México;  pero también había un México contra México. Al final, en esa sesión denominada la Novena ronda;  si bien hubo avances, no se llegó al documento para  firma. Regresamos preocupados y más ocupados que nunca. El sector camarón de México tenía claro que  su inclusión seguía siendo parte del tratado. 

Más cambios: Ahora tocó a la titular de la Secretaría de Economía y con ella gran parte de su equipo. Un equipo altamente capaz, sin embargo era relevado. Y con ello  su expertis adquirida como parte de la negociación de este y de otros tantos tratados. 

El comisionado Almada no había descansado. Promovió una reunión con la nueva titular del cargo de Economía y la cita fue en Mazatlán. La sede de la acuicultura y la pesca en México. Y los oradores principales,  los productores de camarón. Vaya discurso del personal que acompañaba al comisionado de la Conapesca y por supuesto de los productores. 

Y ahí estaba la Secretaria Raquel Buentrostro y su equipo. Todos nuevos, todos  escuchando con atención; y como la primera vez, pero ya con mejor dicción, vocabulario y  armonía;  pero también con más pasión, (ésta también había aumentado). Explicando la nueva realidad después de más de 3 años. Ahora la asimetría era mayor;  Ecuador era hoy un productor, corrijo era “El productor más importante del mundo”. 1 millón de toneladas, superando a Asia e India.    

Ya casi al final de la sesión vino la pregunta obligada: “¿Qué opina Secretaria?”

Y sonrió, con esas sonrisa que queríamos creer que nos entendía y se sumaría con nosotros;  Acto seguido dijo “Vamos a trabajar, hoy venimos a escucharlos, teníamos interés en conocer de primera mano su sentir, conocer su sector y sus necesidades;  fue cuánto y hoy sé que fue mucho.”

Ya en Palacio Nacional, atendimos la reunión. Ahí estábamos, por supuesto el Presidente, Andrés Manuel López Obrador, su secretaría de Economía, la Lic. Raquel Buenrostro Sanchez, el Comisionado, Octavio Almada Palafox; pero también estaba Miller Alexander Longoria, Aureliano Aldama Rivera, Juan Alonso Urías Borquez, Humberto Becerra Batista, Jesús Omar Lizárraga Manjarrez, Juan Carranza Beltrán, Jesús Fernando Espinoza Higuera, José Luis Carrillo Galaz, Miguel Ángel Castro Cossío, Carlos Urías Espinoza, y Marco A. Ross Guerrero, todos representando a tantos y tantos que confiaban en cada uno y respaldados por sus equipos de trabajo.

Después de un cálido saludo, nos explicó que era un tumbadito, platillo de arroz con pescado; algunas sonrisas, sin embargo la tensión estaba ahí, y claro el presidente lo notaba. “Vayamos al tema… el Tratado” dijo. Estuve con Lazzo (Presidente de Ecuador), es una excelente persona, merece todo mi respeto, atención y aprecio, entiendo su esfuerzo pero me queda claro que no podemos; México no puede ir al tratado con camarón; a lo que se escuchó un aplauso al unísono. 

Fue un parteaguas en la pesca y acuacultura de camarón del país, esa decisión hizo historia. “Avancen con lo demás” dijo; fue la instrucción a su equipo. En breve daré la noticia.  

No sobra decir, que después le expresamos otras necesidades y él nos compartió su filosofía, proyectos, y experiencias. Hombre brillante, sin duda en su momento. Conocedor del país que hoy representa y su rol en la historia. Hoy todas las partes habían coincidido; esta vez era un solo México, un solo sector, el sector del camarón Mexicano.

Después de casi una hora y media, ya se han dicho las principales necesidades del sector,   pedimos por último  una felicitación y reconocimiento, que reitero en esta nota para él y todo su equipo, después de todo mucha gente habíamos participado. 

No era trabajo de uno, ni de pocos, a lo que asintió con agrado, la segunda petición fue, cuando lo volveríamos a ver. Titubeó un poco, sonrió, nos dio las gracias, y dijo, “tengo que continuar, hay mucho trabajo aun, …espero sea pronto”. Sin duda un hombre de Estado.

El sector de la pesca y acuacultura de camarón del país en Palacio Nacional había platicado ese  7 de diciembre de 2022, con el Presidente de México.

Hoy, Octavio Almada, seguro trabajando y concentrado en atender al sector que había integrado, y los que le faltaban, siempre ocupado y activo. Vale decirlo, de los mejores comisionados que han antenido el cargo. Qué necesidad hay muchas y las ha hecho su responsabilidad. Raquel Buenrostro, atenta  a los Tratados, que también son muchos; los productores y pescadores del país, atentos a seguir cada quien con su día a día, y con el objetivo de  proveer alimentos nutritivos de alta calidad y gran sabor  a las mesas en todos los mexicanos y el mundo. 

Un comentario en «En sesión con el Presidente de México»

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